jueves, 11 de agosto de 2011

De alguna forma hay que arrancar

Desde chico siempre sufrí, bueno no sé si decirle sufrir, pero podríamos decir que me preguntaba, ¿Por qué me resulta tan fácil matemática y no plasmar en letras aquellas cosas que quiero contar? o dibujar ponele. Hoy en día creo que está bien, me toco eso, debe estar en los genes, y en fin esta bueno porque hoy, si bien no soy contador, por suerte, me ayuda mucho ser rápido con los números. Soy “Productor de humo”, de esos que satisface las necesidades de la gente, pero no los baño, no lo hago sexualmente, ni les cocino, soy “Marketinero”. 


Pero como fracasar es dejar de intentar me propuse hoy, empezar a escribir un poco, divagar, si total uno lee tantas boludeces en los diarios, y en las revistas. Porque sé que no soy interesante como la historia de Zaira y Forlán, pero algunas que otras cosas tengo para contar. 

No creo que pueda escribir como hablo, porque siempre me voy por las ramas, soy ansioso y quiero contar tres cosas en la misma historia entonces mejor relajar un poco. 

La tecnología a veces me hace imaginar cosas que serían muy perjudiciales para la vida cotidiana, como las redes sociales, perjudiciales según como las usen. 

¿Nunca pensaron en tener una ranura para Micro SD? ¿Para qué perder tiempo en sentarse a estudiar si tenemos google todo el día en el celular? ¿Para qué ver utilísima si por u$S 2,39 podemos comprar la app de Choly Berreteaga? Como ayudaría eso, vengo haciendo un censo personal sobre el porcentaje de mujeres que cocinan porque les gusta, moderadamente bien, y sin quejarse. Porque quieren igualdad ellas, y me parece perfecto porque no soy machista, al contrario, aprendí a hacer casi todas las tareas domésticas, bueno acepto que algunas odio más que otras, pero las sé hacer. Entonces, ¿qué onda?, no cocinar agregándole la frase “y no me interesa aprender tampoco” ¿Es su forma de feminismo liberal? No hace falta, porque me gusta cocinar, pero también me gusta que me cocinen, como hacer un buen masaje. 

Y ni les cuento las veces que pienso en la teletransportación!! Las horas que ahorraría! Los piquetes que evitaría, no escuchar los wachiturros por aquellos que no tienen auriculares, los dolores de espalda por dormir incomodo en los bondis, y lo principal dejaría de enamorarme 3 veces por día, a la mañana de la rubia que se sube a las 09:07 en Lascano y Artigas, con esa mirada de family mom y la delicadeza de siempre pedir permiso, ni hablar de las tardes en subte, ahí soy un tanto polígamo, es difícil coincidir con los horarios de locos que tengo. Es increíble tengo más imaginación que cuando tenía 5 años, la diferencia que en vez de fantasear con ser Goku, fantaseo con qué aptitudes culinarias tendrá, o si le gustará cenar con vino para no quedar como un ebrio, en donde la llevaría a pasear y miles de cosas más. Aunque a veces no me enamoro solo fantaseo sexualmente, no todas son para ser la madre de mis hijos, pero no por eso no podemos tener una hermosa relación exclusivamente sexual. Mínimo una vez por semana, entre los olores putrefactos del trasporte de las penumbras, aparece ese perfume, que me sigue haciendo acordar a vos, y lo usan muchas, porque un desodorante tiene la misma fragancia! me pude! Pero me dura poco, como mucho unas 9 estaciones, y salgo, rápido corriendo en las escaleras mecánicas para evitar a la gente lenta y enojado conmigo mismo, me digo ¿Qué haces?, si después cuando salís con alguien te aburrís, te molestan hasta las cosas que no tenías con tus exs, y sabes que en ese momento hubiera sido un gran salvavidas, pero no, en la imaginación uno no sufre. Y llego a casa, prendo un pucho, la tele y mañana lo mismo…