Dicen que uno no cree en lo que nunca vio. Hace un tiempo
conocí dos personas que sin darse cuenta me mostraron algo que nunca había
visto, mejor dicho me mostraron algo que creía haber visto.
Ella unos 76 según el DNI pero créanme una adolescente de 16
cuando lo mira a los ojos. Por momentos madre, lo cuida como tal. Por momentos
amiga, con la cual se divierte a carcajadas jugando a la generala. Todo el
tiempo su MUJER, la que siempre estuvo y va a estar.
Él un poco más grande, el hombre de la casa, que cuidó
siempre. Él es un arrabalero enamorado de su rubia de ojos celestes, enamorado
de su belleza, de sus manos, sus comidas, sus cuidados y todos sus detalles.
Compartir el vaso una simple excusa, los retos un
divertidísimo juego que puede llegar a durar horas, ayudarse a vestirse es su forma
más profunda de demostrase amor. Verlos fue un antes y un después. Imposible
fue esconder mis sonrisas al verlos agarrados de la mano.
Hoy en día no es recurrente encontrar algo así, sigo
haciendo mi estudio de mercado y cada día es más distante el porcentaje! Ah no
saben de qué hablo, pavadas mías que analizo a veces. El 95% de las mujeres que
responden mi encuesta no saben cocinar, y lo peor es que no les interesa.
Especialidades tipo, fideos con manteca, arroz con queso rallado, panchos, lo
que le manden los padres, o hasta galletitas con Mendicrim al estilo gourmet.
Antes de conocerlos había dejado de creer en encontrar el
amor para toda la vida, pero entre ellos lo vi, puede ser que encuentre alguien
que dure más de 3 meses.
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